18/06 "Papá, ¡cuenta mis dibujos!" En la Revista Oficial de la Guardia Civil

  • Fecha:18-06-2019
18/06  "Papá, ¡cuenta mis dibujos!" En la Revista Oficial de la Guardia Civil

(Artículo extraído de la Revista Oficial de la Guardia Civil, Nº 902)

«Escribir o caer. Este es el dilema»

LA EXPLOSIÓN DE UN PROYECTO

El cabo 1º Javier del Corro Pedredo o Xavier Eguiguren, que es lo mismo, utiliza la literatura como una válvula de escape liberadora de la ansiedad y ayuda a su hija pequeña a superar la timidez con un libro de cuentos que va más allá de las palabras.

(Artículo escrito por Lali Castellanos)

Muy cerca de Vetusta, la ciudad de la Regenta (Clarín 1884), los miembros del Puesto de Noreña comienzan su servicio. En este enclave asturiano de la Comandancia de Gijón y a 10 km de Oviedo, nuestro protagonista tramita las denuncias que llegan a la oficina y atiende a las víctimas de violencia de género. Bien pudiera ser el personaje de un drama escrito en tres actos, o el tramoyista que tira de la cuerda para que el telón de la vida de las personas que tiene a su alrededor no se cierre. Sea como fuere, se trata de un autor que escribe con tinta indeleble los renglones de su propia historia.

Acto I

Nació en Clermont-Ferrand, en pleno corazón de Francia, de una madre gallega y un padre asturiano nacidos en una tierra que les empujaba a emigrar. Y creció con ese desarraigo de los que son de fuera, aprendiendo un idioma que años más tarde serviría como argumento final para formar parte de la lucha contra ETA. Una infancia difícil y contenida donde nunca tuvo un lugar para esconderse en esos viernes infames en los que su padre llegaba del trabajo y no se sabía que iba a pasar. Cerraba los ojos en un acto involuntario para alejar ese olor a taberna barata, pero el aliento abrasador a aguardiente convertía a su progenitor en un terrible monstruo. Ni su madre ni él se libraban del verdugo irracional, incapaces de defenderse, de huir, de escapar. En ellos habitaba sólo el silencio y a veces la culpabilidad. Así eran las entrañas de esta familia corriente a los ojos de los demás. Día a día y golpe a golpe se formó dentro de Javier una trama escrita de ansiedad, miedo y desamparo. En aquellos años de adolescencia incipiente comenzó para él la huída hacia delante. En 1989 decidió formar parte de la Guardia Civil para escapar del infierno.

Acto II

Un mundo distinto y de color verde se desplegaba ante sus ojos. El muchacho desprotegido disfrutaba como nunca ayudando a los demás en esos servicios de seguridad ciudadana que realizó en Barcelona, su primer destino. Pronto pasó a formar parte del Servicio de Información de la Guardia Civil, y desprendiéndose de su pasado e incluso de su nombre, nació Xavier Eguiguren. Primero en Eibar, después en Intxaurrondo, aterrizando en territorio francés donde se movía como pez en el agua. Participó en la desarticulación de varios comandos en unos años de color plomo y fue testigo de la muerte de sus compañeros pensando que algún día podría tocarle a él. Los fantasmas del miedo volvieron a visitarlo por la noche. Tampoco fue fácil introducirse en el mundo del narco en Galicia, su nuevo destino. Después se desplazó a Valdemoro, Madrid, para formar parte del GRS-1. Aquí conoció a su mujer, la madre de sus tres hijas, que le llevó a Asturias, y desde Noreña protege a las víctimas de violencia de género. Tenía una vida feliz y en orden. El equilibrio había llegado al centro de su corazón, y fue entonces cuando empezaron a aflorar los monstruos. Una gran crisis de ansiedad recaló en su vida paralizándolo. Desarmado, inerme, y enfermo se quedó en un pozo oscuro. ¿Cómo pudo salir de esto?

Acto III

La rabia, la frustración y el miedo se destilaban en un alambique condensando su esencia. Con las gotas concentradas en un pasado que se volvía presente, elaboró la tinta de su primer libro. Era el año 2016 cuando plasmó en casi 200 páginas esas vivencias que constituían su vida. “Infierno, cielo y en la tierra un traje verde” su primer libro, el que le ayudó a superar las crisis de ansiedad soltando a través de la escritura el lastre de la miseria encerrada. Después se enfrentó al Camino de Santiago por la ruta primitiva de Alfonso II, experiencia que dejó escrita en su segunda publicación “730.000 pasos sobre los caminos de Santiago”. Al mismo tiempo se abría a otros públicos de forma desinteresada y con el único afán de ayudar. Colaboró con “La Nueva España”, en la revista de actualidad Enki, en la colección “Algo que decir” del Ateneo Blasco Ibáñez de Valencia o en la emisora de radio RTPA del Principado de Asturias. Forma parte del proyecto “Educando en Justicia Igualitaria” y visita los colegios e institutos explicando qué es y cómo se debe combatir la violencia de género. Lo han nombrado delegado en Asturias de la Unión Nacional de Escritores e interviene, cuando le invitan, en conferencias sobre terrorismo y violencia de género. Había encontrado la forma de desprenderse del dolor.

Epílogo

Marta, su hija pequeña de 6 años dibujaba en el papel animales de colores en aquella tarde lluviosa. Y Xavier le preguntó: ¿Qué te parece si le damos vida a ese dibujo y nos inventamos un cuento? Fue entonces cuando surgió el proyecto. Como una iniciativa que podría servir para rescatar de la timidez a la niña, los animalillos daban entrada a unas fábulas que invitaban a reflexionar, a pensar en nuestros valores. “Papá ¡Cuenta mis dibujos!”, el tercer libro de este autor que establece un juego contra la violencia, el acoso escolar, el maltrato animal, la defensa del medio ambiente, la amistad, la colaboración en casa y otras cuestiones que tratan de construir un mundo mejor. Enviaron el manuscrito a la editorial Babidi-bú, emprendiendo padre e hija una aventura singular. En bibliotecas, colegios, institutos y librerías, el dúo familiar lee y enseña sus creaciones compartiendo con otros niños y mayores unas historias entrañables. Hasta Francia volaron para participar en el encuentro internacional de escritores de París, y como una explosión de generosidad, entregaron a la Fundación Juegoterapia todo lo que se recaudaba con la obra. Particularmente bonita fue la mañana que pasaron con los niños ingresados en el hospital Gregorio Marañón, o las iniciativas que proponen los profesores y libreros para trabajar los valores de la publicación. En aquella tarde gris de niña tímida empezó a colorearse un universo nuevo. La fuerza había llegado de nuevo al escritor que cogió un folio en blanco y comenzó a escribir su cuarta obra.