16 de Diciembre: ¡Feliz Día de la Lectura!
La situación de la lectura en nuestro entorno inmediato no es buena, como bien sabéis. No es necesario que abundemos en datos que a todos nos entristecen, más bien al contrario.
Estoy seguro de que entre todos podemos ir transformando esta realidad. ¿Cómo? Convirtiéndonos en valedores, en cómplices de nuestros amigos los libros. Seguro que alguno, o más de uno, hay troncal en vuestra vida. Ya sabéis a qué me refiero. Pues ese libro merece que le ayudéis a extender su magia sobre otros corazones.
Los más receptivos siempre son los niños. Sé que vais a pensar que es imposible que Laurase pare a leer un libro, siendo tan hiperactiva. No digamos Carlitos, siempre mirándose al espejo. Pero creo que es al contrario: para ella un buen libro de aventuras con el que dé rienda suelta a su imaginación y fantasía; para él, uno de poesía donde la música y la belleza conviven.
No penséis que con los mayores va a ser fácil. Al contrario: ya sabéis que nunca tenemos tiempo para nada… Por eso mismo, necesitan aún más de un buen libro, para separar el grano de la paja, lo importante de lo accesorio. Aquí yo, si me lo permitís, tengo que nombraros a Galdós por enseñarme a descubrir la verdad ante la ignominia, a vivir la pasión frente a la indiferencia, a defender la bondad contra la estulticia.
Pero todas estas no son más que algunas propuestas. Vosotros mejor que nadie conocéis a esos allegados deseosos de cambiar su vida. Solo os pido que le mostréis el único camino que quienes amamos los libros conocemos: la lectura.
¡Feliz 16 de diciembre, feliz Día de la Lectura!
Rafael Navarro.