Te ha surgido la ilusión por empezar a escribir novelas. Siempre te ha gustado leer y ahora te has decidido a crear tu propia historia. En especial, siempre te han gustado las novelas románticas. Sin embargo, a la hora de llevarlas a cabo, el escribir una novela romántica para una editorial infantil y juvenil es una tarea complicada. Requiere cuidar ciertos aspectos a la hora de crear una historia de amor que enganche al público.

La novela romántica es uno de los géneros estrella dentro del mundo editorial, aún más entre los jóvenes. Se trata de un género muy demandado en cualquier editorial infantil y juvenil. En los últimos años, diversos autores han logrado que un sinfín de lectores juveniles queden atrapados entre sus páginas. Sin embargo, una buena historia romántica va más allá del chico conoce a chica y que surge el amor entre ambos. Así lo han demostrado los escritores de este género, que han ido modificando las historias tradicionales, para conseguir captar a este público.

Y es que, el escribir una novela romántica ya tiene, en sí misma, la dificultad de crear una historia novedosa que enganche al público y no sea repetitiva. A esto, hemos de añadirle que el escribir para los adolescentes también requiere de un esfuerzo adicional. Hay que conseguir entrar en el mundo de estos jóvenes para contactar con ellos. También tendremos en cuenta que las ideas que les narremos en nuestra historia pueden calar hondamente. Por ello habrá que tener un especial cuidado a la hora de escribir para evitar adoctrinarlos.

Es nuestra tarea como escritores, el llegar hacia estos lectores juveniles y conseguir despertar el interés por nuestra historia. Que disfruten leyendo nuestro relato y no hallen una historia predecible, cargada de estereotipos con los que no se identifiquen.

Como puedes observar, escribir este tipo de novelas no es una tarea del todo sencilla. Como escritores, habrá que trabajar sobre varias consideraciones para conseguir construir una historia interesante. Una historia que quiera ser leída por el público al que nos queremos dirigir. Aun así, es uno de los géneros que más éxito tienen entre la juventud. Y, a pesar de su dificultad, sin ninguna duda, disfrutarás a la hora de crear tu novela. A continuación, te detallamos los diferentes aspectos a tener en cuenta para llevar al papel tu propia historia de amor.

Un público exigente

Ciertamente, a la hora de ponernos a escribir una novela juvenil romántica, uno de los principales aspectos que hay que tener en cuenta es al público que nos dirigimos. Al ser juvenil, nos vamos a dirigir a los adolescentes en su mayoría. Hablamos de un público comprendido entre los 12 y 17 años, lo cual requiere que nos sumerjamos en sus vivencias. Debemos conocer sus preocupaciones, cuáles son los temas de su día a día, cómo los afrontan…

Hablamos de hacer un ejercicio en el que tenemos que ponernos en la piel del lector, volver a nuestra adolescencia. El protagonista de nuestra novela juvenil romántica deberá vivir sus primeras experiencias, como cualquier joven de su edad. El primer gran amor, la primera ruptura, las primeras salidas con los amigos… Por ello, es muy importante el escribir pensando en el mensaje que queremos transmitir, ya que estas ideas pueden calar en nuestro público de una editorial infantil y juvenil.

Así, el escribir este tipo de obras requerirá de nosotros, como escritores, un cierto esfuerzo. Como decíamos anteriormente, no consiste en desarrollar una historia en la que un chico conoce a una chica (o una chica conoce a otra chica, o un chico conoce a otro) y se enamoran. Deberemos construir nuestro relato de forma que elaboremos una historia con una trama interesante. Además, los personajes estarán bien desarrollados, para que tengamos un final interesante que consiga emocionar a nuestro lector.

Aunque, no es una fórmula que haya que seguir a rajatabla, a continuación, te detallamos una serie de consejos que seguir a la hora de construir tu propia novela juvenil romántica y sea publicada por una editorial infantil y juvenil.

La novela juvenil romántica

Es uno de los géneros de ficción más vendidos en el mundo editorial infantil y juvenil (también entre los adultos). La novela juvenil romántica requiere de una historia entre dos personas que se enamoran, los cuales deberán afrontar un esfuerzo para que la relación funcione. Como característica principal, el eje central de nuestra historia debe esta historia de amor que vayamos a escribir. Y, aunque pueden existir diversas tramas, debemos tener claro que nuestra historia de amor debe ser el eje principal.

Además de esto, requiere que el final de nuestra novela sea un final optimista y feliz, que tenga como resultado el triunfo del amor entre los dos protagonistas. Debe ser un final creíble. Que responda al público adolescente al que dirigimos la historia. Este final ha de ser resultado de un conflicto que han tenido que superar para consagrar su amor. Así, la estructura a seguir será la introducción de la historia y el desarrollo de personajes. Entonces, los protagonistas se enamoran y surge el conflicto que los separa. Por último, vencen este conflicto y consiguen estar juntos.

¿Pero cómo llevarlo a cabo? A la hora de redactar nuestra novela juvenil romántica, tenemos que tener claro que a los adolescentes hay que crearles el interés por lo que están leyendo. Que conecten con nuestro relato y estén interesados en nuestra historia. Por ello no podemos caer en los clichés. Hay que intentar ir a su mundo y narrar la historia para ellos.  Así será la forma de tener éxito en las novelas juveniles románticas, dentro del mundo editorial infantil y juvenil.

Escribir la novela para una editorial infantil

¿Te ha surgido la idea de escribir este género, o ya dispones de algunas historias que quieres llevar al papel? Como explicábamos al inicio de esta publicación, vamos a detallar alguna de las claves para escribir una novela juvenil romántica. Estas son: la lectura, el tema central, desarrollar los protagonistas, detallar los escenarios, la importancia del diálogo, las tramas, el conflicto a desarrollar y el final de nuestra historia.

La lectura

Todo buen escritor es un buen lector. Esta es una de las claves a la hora de escribir, no sólo la novela juvenil romántica, sino cualquier tipo de género. Leer nos proporciona un mejor dominio del lenguaje, con el que podremos narrar nuestras historias con mejores expresiones, ya que contaremos con un vocabulario mayor para detallarlas.

Sin lugar a dudas, uno de los ejemplos de novela juvenil romántica más importantes en los últimos tiempos es la saga Crepúsculo. La autora estadounidense Stephenie Meyer, a través de los cuatro libros de la colección, consiguió atrapar entre sus páginas a un sinfín de lectores adolescentes. Pero este sólo es uno de los muchos ejemplos que existen en este género de ficción.

En BABIDI-BÚ, además de nuestra editorial infantil, también disponemos de un amplio catálogo de literatura juvenil, en el que encontrarás algunas obras de género que pueden servirte de inspiración. Porque recuerda, no se trata de calcar una historia, esa ya existe. Debes leer mucho para las obtener ideas y poder llevar a cabo tu propia historia de amor.

El tema central

Para escribir nuestra novela juvenil romántica, debemos tener claro cuál va a ser la trama de nuestra historia. A raíz de esta, construiremos todo nuestro relato. Un consejo para conseguir este tema de nuestra novela puede ser el realizar una lluvia de ideas. De esta forma vamos a poner en papel cuáles son las historias que queremos contar. Una vez seleccionemos cuál es la que más me interesa, podemos proceder a escribirla.

Aunque el tema ha de ser el de dos personas que se enamoran, podemos tener una multitud de opciones para crear una historia de amor propia. Para ello, podremos utilizar diferentes subgéneros de la novela romántica, como pueden ser de personajes sentimentales, contemporáneos, históricos… Asimismo, también hablamos de novelas románticas de acción, suspense, fantasía, aventura… El abanico de posibilidades es amplio, solo hay que encontrar el estilo que queremos desarrollar.

No tenemos que tener miedo en desarrollar diversos temas, como pueden ser temas problemáticos como las drogas, el alcohol… Los jóvenes son conscientes de que existen estos problemas y no tienen impedimentos en afrontarlos. Como sí hemos repetido, habrá que hacerlo de forma que no interfiramos en su pensamiento.

Para la correcta redacción, tenemos que evitar el emplear un lenguaje excesivamente complicado. Se trata de lectores que aún no son expertos, se están desarrollando en el mundo de la literatura y aún hay palabras que desconocen. No se trata de escribir un lenguaje muy sencillo, pero que sí sean capaces de reconocerlo. También, recuperando la idea al inicio de este post, no debemos olvidar que los adolescentes recogen las ideas que les exponemos. Por lo que hay que intentar no ejercer una influencia equivocada con nuestro relato.

Desarrollar a los protagonistas

Este es uno de los ejes centrales a la hora de redactar nuestra novela. La historia girará en torno a estos protagonistas, que, como decíamos anteriormente, serán dos seres humanos que se enamorarán y terminarán juntos. Pero su camino no será sencillo. Deberán enfrentarse a las diversidades que les presentemos a lo largo de la historia.

Aun así, esto no quiere decir que sean los únicos personajes de nuestro relato. Podrán intervenir tantos personajes secundarios como queramos, pero primero deberemos dejar bien detallados a los protagonistas de nuestra novela juvenil romántica.

De cara a conectar mejor con el lector, es aconsejable que nuestro protagonista sea también un adolescente. Esto permite que tenga estas primeras experiencias que van a vivir nuestros lectores y se sientan identificados. Será más fácil que conecten con un estudiante de secundaria o bachillerato que con un abogado, ya que son situaciones que están presentes en su día a día.

Detallar los escenarios

Una vez tengamos el tema de nuestra novela juvenil romántica y a los protagonistas de la historia, deberemos profundizar en los escenarios de esta. Debemos ser cuidadosos con la elección de los escenarios. Debemos situar a nuestros personajes en un espacio y tiempo determinado, acorde con nuestra historia.

Además, deben ser escenarios creíbles, pero no necesariamente reales. Podemos crear una historia de amor ambientada en la ciencia ficción y ser totalmente aceptado por nuestro público. Si hemos presentado a nuestra protagonista como tímida, no puede ser extroverdita en los escenarios. Crearía un problema de credibilidad y desconexión.

Los diálogos, un aspecto importante

Utilizar este recurso en nuestras historias nos ayudará a crear esa cercanía con el lector. En la novela juvenil romántica, el empleo de los diálogos es una forma muy eficaz para crear una interacción entre nuestros personajes. Nos permite desarrollar la trama y crear el conflicto que ponga a prueba el amor de nuestros protagonistas.

Es importante que, a la hora de desarrollar estos recursos, contengan emociones, para que los lectores se sientan parte de la conversación. Además, también podremos utilizarlo para presentar a nuestros personajes, cómo son, cómo reaccionan ante las diferentes situaciones que planteemos, como se relacionan entre sí, etc.

Trabajar las tramas

Aunque lo recomendable es no desarrollar muchas historias aparte de la trama principal, la novela juvenil romántica nos permite entrelazar temas secundarios que nos permitan enriquecer nuestra historia.

Con estas tramas secundarias podemos plantear diversos obstáculos al amor de nuestros protagonistas. Pueden ser acciones de los personajes secundarios que acompañen a nuestra historia principal, interacciones entre estos personajes secundarios… Pero como decimos, es importante no excederse, ya que corremos el riesgo de que el lector se pierda.

El conflicto, otro aspecto fundamental

Como hemos explicado con anterioridad, tenemos que seguir unas indicaciones en la novela juvenil romántica. Ha de tener un inicio en el que los dos personajes se conocen y se enamoran, además del final en el que consiguen consagrar su amor. Para llegar a este final, es muy importante que desarrollemos los conflictos. Estas serán las pruebas que deban superar nuestros dos protagonistas para lograr estar juntos.

Así, el conflicto puede ser la introducción de un nuevo personaje que haga tambalear su amor o la separación de ambos personajes. Esta separación bien puede producirse por un cambio de ciudad, que se resuelva con un reencuentro pasados unos años. Otro ejemplo sería que la timidez de uno de estos protagonistas, impida que ambos estén juntos y haya de vencerla. Como ves hay una gran cantidad de posibilidades a la hora de llevar a cabo nuestra historia. Tenemos que seleccionar la que queramos desarrollar y hacerlo de la forma más original y atractiva posible.

Sí es muy importante y hay que tener especial cuidado a la hora de redactar estos conflictos. Hay que tener en cuenta que esta problemática pueda resolverse de una forma creíble. Así evitamos la desconexión del autor. La historia de amor que llevemos a cabo no puede ser ni muy sencilla ni algo imposible. Si llevamos a cabo una historia de amor con muchas adversidades, el lector podría no encajar bien con ese final, o incluso no terminar de leer nuestra historia.

Un broche final

El desarrollo de nuestro tema, los personajes y los escenarios son aspectos importantes. Además de estos tres, el final de nuestra historia es otro de los ejes centrales que marcarán la diferencia en nuestra novela. Para que nuestra novela juvenil romántica tenga éxito y pueda ser publicada por una editorial infantil y juvenil, deberemos trabajar en un final que sea novedoso u original, que sorprenda y guste al lector.

No debemos olvidar que todas las publicaciones de este género tienen que tener un final feliz, en el que los dos protagonistas acaben juntos. Por ello, es nuestra tarea el elaborar una historia original que tenga como resultado ese broche final a nuestro relato. Tiene que sorprender al lector y que lo haya mantenido con las ganas de continuar leyendo nuestra obra. Si conseguimos esto, podremos llevar a cabo la publicación de nuestra novela en una editorial infantil y juvenil.

Publicar en una editorial infantil y juvenil

Si ya has escrito tu novela juvenil romántica y estás preparado para llevarla a publicar, no hay que demorar más el tiempo y hay que empezar a ello. Pero, ¿y si no sé cuáles son los pasos a seguir para publicar mi novela? ¿dónde acudo para que me asesoren correctamente?

Lo primero es encontrar una editorial que sea capaz de responder a nuestras diferentes necesidades. Hay multitud de editoriales, pero tenemos que encontrar una editorial infantil y juvenil en la web, que se haga cargo de nuestra obra.

La editorial infantil y juvenil BABIDI-BÚ estará encantada de ayudarte con tu sueño de publicar una novela juvenil romántica. En BABIDI-BÚ cuentas con un equipo de expertos que estarán encantados de asesorarte en todos los pasos a seguir. Desde publicar tu novela y distribuirla y difundirla, asegurándote una plataforma confiable.

Además cuentas con la opinión de varios escritores que ya han publicado con nosotros. Puedes consultar las diferentes opiniones que han tenido con nuestra labor a través de las (vide)opiniones.

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